domingo, 9 de diciembre de 2012

Doctor Ariel Arias en IV ELILUC




La  enfermedad  del  diablo.
                                                       
     A pesar de su no participación en los juegos infantiles, prefiriendo la compañía de adultos con conversaciones inteligentes, los libros y su computadora, Laurita no era anormal, como algunos se habían dado en comentar, por el contrario, su actitud obedecía a su alto coeficiente de inteligencia, resultándole ser las cosas comunes para su edad, mediocres y aburridas.               
    Su gran apasionamiento por las ciencias le condujo a obtener conocimientos superiores a una temprana edad que le ayudaran, a su debido tiempo, ser admitida en la mejor escuela de medicina del pais  así como, más tarde, en su exclusivo adiestramiento como médico residente en el campo de la investigación científica, carrera por la que sentía tener una gran vocación y había escogido para dedicar el resto de su vida.
    Después de pasar un competitivo examen de oposición, entró a formar parte del exclusivo panel científico de la muy prestigiosa universidad donde había estudiado su carrera. Este grupo de prominentes médicos, estaban enfrascados en la investigación para conseguir un medicamento efectivo en el tratamiento y la prevención, de una enfermedad infecciosa endémica, que por ya haberse cobrado decenas de miles de vidas, se le había dado en llamarle “La enfermedad del diablo”.
  La doctora Laura Pascal, trabajando obsesivamente en su laboratorio, logró obtener una cepa atenuada del mortal virus, que ya había sido  inyectada en animales de laboratorio con satisfactorios resultados. Para el estudio en humanos, inoculó el gérmen, en forma de vacuna,  en su propio cuerpo. El resultado,  completamente adverso, le  provocó contraer la enfermedad. Ingresada en la habitación # 123 de este mismo hospital universitario, después de unos agonizantes días, perdió la batalla contra la muerte.
  La casa de las tejas rojas, al final de la calle, permanecía solitaria después del fallecimiento de la extraña, solitaria mujer que la había ocupado. Su deterioro estructural, el misterioso halo de luz constantemente reflejado a través de la ventana en la planta superior, conjuntamente con los altos pinos que le rodeaban, ofrecían una apariencia tétrica, capaz de ponerle los pelos de puntas a cualquiera con tan solo acercarse. Los vecinos le llamaban “La casa embrujada”
  Con mucho asombro reflejado en su rostro, el director científico del hospital universitario leyó el título del documento, que dentro de un sobre sin remitente, su secretaria le acababa de poner en las manos: INDICACIONES DE CÓMO OBTENER LA CURA Y PREVENCION DE “ LA ENFERMEDAD DEL DIABLO”. Su primera reacción fue pensar que se trataba de una broma de mal gusto. Continuando la lectura, se da cuenta que este documento solamente puede haber sido confeccionado por un buen científico, con un amplio conocimiento de la materia que trataba. Reunido con su altamente bien entrenado equipo, después de estudiar los detalles, se dedicaron a trabajar, siguiendo paso a paso, sin obviar absolutamente nada, todas las recomendaciones
  Un muy importante día para la humanidad, como un volcán en erupción con múltiples vórtices, todos los medios de comunicaciones mundiales, difundían la noticia más importante de los últimos años. Los grandes titulares decían: “ HA SIDO DESCUBIERTA LA CURA Y PREVENCION DE LA ENFERMEDAD DEL DIABLO”  
 Atendiendo a una orden, la asistente de enfermera, abre curiosamente, la puerta de la habitación # 123, sin ocupantes en esos momentos, para apagar la luz roja de alarma que aparentemente se ha disparado sola. ¡OH…mi Dios…! ¡Es la doctora Laura! ¡Está muerta…!
  Señorita Martínez, no es infrecuente que en ciertos estados emocionales en momentos de estrés, las personas visualicen figuras o imágenes fantasmales –Explicaba el psiquiatra. Unos días de descanso y estas pastillas que le estoy recetando, le ayudarán a recuperarse en poco tiempo.
  Los vecinos del pueblo celebran con alegría la desaparición de la misteriosa luz en la casa que otrora  perteneciera a la famosa doctora. El brillante sol, que con energía descontaminante penetra a través de sus puertas y ventanas abiertas,  invita a su nueva ocupación.



   Nota del autor: Todos los más destacados “espiritas” del mundo coinciden en que las personas que en el momento de su muerte física están muy apegadas a la materia, no pasan de inmediato a la otra dimensión. Los que han dejado cosas por resolver, permanecerán cerca del plano terrenal hasta poder liberarse y ascender a planos superiores. Algunos de estos espíritus pueden hacer manifestaciones físicas en forma de lo que se llaman :FANTASMAS”

Biografia

Doctor Ariel Arias

Directamente influenciado por el ambiente de un hogar con padres y hermanos mayores aficionados a la literatura, Ariel Arias durante su niñez tuvo la oportunidad de leer abundantemente  escribiendo fábulas y cuantas cosas pasaban por su imaginativa mente, sin haber guardado testimonios escritos de los mismos. Más tarde, habiendo escogido dedicarse a una carrera de ciencias, abandonó el contacto con toda otra literatura que no estuviera relacionada con su profesión médica. Al cumplir los setenta años decide dejar un legado escrito de su prolija vida escribiendo y publicando su autobiografía "Por dentro y por fuera" que relata momentos bien importantes de su inquietante andar y descubrir. Este trabajo fue seguido por otras dos publicaciones "Un espíritu dos mansiones” e "Impresiones de un sentir. Recientemente salió a la luz su novela "La última nube también pasará"