Azálea Carrillo nació en Cuba,
desde pequeña reside en los Estados Unidos. Escribe poesía, narrativa, novela y
teatro. Su obra teatral: “Espectáculo de un llanto”, obtuvo premio en el
Concurso Teatral The Cove/Rincón en el año 2002, fue puesta en escena en la
ciudad de Miami ese año. Ha incursionado en el mundo de la pintura y compone
líricas musicales, sus dibujos ilustran sus obras literarias y han aparecidos
en carátulas de libros de conocidos escritores. Azálea Carrillo ha sido
incluida en las más importantes antologías del cuento español contemporáneo, y
ha intervenido como prologuista y editora de otras importantes antologías. Su
música ha formado parte de la banda sonora en películas norteamericanas; dos de
sus composiciones musicales fueron seleccionadas para la película “Falling in
Rhythm”. Es autora de los libros: “Confesiones de una Asistente Dental”,
“Poemas Gitanillos”, “El Crimen de los Discípulos”, “Las Tres Madres y otros
Cuentos” (Premio Alberto Gutiérrez de la Solana 2003), y su más reciente libro
titulado: “Velada de Cuentos”. Ha recibido premios y reconocimientos
internacionales por su labor literaria, y participado en numerosas antologías.
Colabora en varios periódicos de Miami como, “El Nuevo Universal” y “Libertad”,
así como en revistas literarias, y se le ha escuchado declamar sus poesías en
varios programas radiales de Miami. Pertenece al “Colegio Nacional de
Periodistas”, en el cual obtuvo el Premio Literario 2008, por su aporte a la
literatura y a la Cultura Cubana en el Exilio. En el año 2009, “Hispanic
Coalition USA”, le otorga reconocimiento como una de las “Personalidades de la
Comunidad”. El 8 de enero del 2012, le hacen entrega de una bandera de los
Estados Unidos, la cual se mantuvo ondeando en su nombre en el Capitolio del país
por 24 horas, junto con un hermoso Certificado, como reconocimiento a su
contribución al mundo de la Literatura. Es fundadora y directora de “La
Sociedad de Poetas y Escritores” desde el año 2003, premiando a distinguidos
autores, pintores y músicos. Organiza actividades literarias, como Peñas
Poéticas, Desayunos Literarios, Reuniones de Autores y Pintores, así como
Exposiciones de Pintura y Antologías Literarias. Los libros de la autora se
pueden obtener a través de la librería “Universal” de Miami, Books & Books,
Barnes & Nobles, Shambala y en la internet “Authors House” and Amazons. O
directamente con la autora a través de Facebook.
http://www.authorhouse.com/Bookstore/BookDetail.aspx?BookId=SKU-000371560
http://www.amazon.com/s/ref=nb_ss_b?url=search-alias%3Dstripbooks&field-keywords=azalea+carrillo&x=14&y=14
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:T3OYxALIXuUJ:www.barnesandnoble.com/w/el-crimen-de-los-discipulos-y-otros-cuentos-azalea-carrillo/1007123701+El+Crimen+de+los+Discipulos&cd=4&hl=en&ct=clnk&gl=us&source=www.google.com
http://www.wabisabifilms.com/FIR/full_credits.htm Publicado en El Diario de las
Américas el 07-12-2007 Por Luis de la Paz La nota biográfica de la escritora
cubana Azálea Carrillo muestra una larga trayectoria como autora de cuentos,
poesía y teatro. Además ha recibido numerosos premios y menciones en una
variedad de concursos literarios, lo que habla de la constante labor creativa
de la escritora. Su más reciente libro es El crimen de los discípulos y otros
cuentos es un ejemplo de ese eficaz trabajo, pues la prosa de esta escritora
transita con facilidad, atrayendo al lector a situaciones descritas con claro
dominio narrativo. Los personajes que pueblan estas páginas están bien
perfilados y gozan de fuerza, tanto por el aura que crea la escritora a su
alrededor, como por el lenguaje empleado en la comunicación. El relato inicial,
que es el que le da título al libro, El crimen de los discípulos, es a su vez
(y a mi juicio) el más logrado de todos los cuentos. A esa selección personal
agregaría el segundo, Aquella mañana y otros más, como El ladrón y La novela,
este último un texto que ofrece una estructura teatral (no olvidemos que Azálea
Carrillo también escribe teatro). Cada uno de los quince cuentos dispone de
autonomía narrativa. Quizás lo que más los une es el modo de ofrecérselos al
lector. Salvo el mencionado La novela, los relatos están escritos de una manera
lineal, sin grandes pretensiones estilísticas. Personajes, descripciones,
diálogos y un desenlace. Esto identifica en la mayoría de estos textos, cierta
uniformidad en la prosa. Los cuentos de esta escritora han sido bien acogidos
por figuras literarias, entre ellos el comandante Hubert Matos, ganador del XIV
Premio Comillas en España, quien apuntó que esta escritora hace galas en el
manejo de la prosa descriptiva y nos muestra su talento para penetrar la
complejidad de las contradicciones del ser humano en la sociedad contemporánea.
Otra personalidad, el profesor José Orlando Piñero define el libro como: “Una historia
que nos mantiene en suspenso, nos obliga a pensar, y al final, con un toque
magistral de ironía, nos enseña como el pasado no se desprende de nuestras
vidas. Y nos hace pagar lo que hemos hecho sin reflexionar...”. En el relato
Aquella mañana se crea una atmósfera misteriosa, ofreciendo el contraste entre
un adulto y la fuerza de la niñez. El texto transcurre en el Parque Central de
Nueva York, donde ocurre el encuentro con la niña que le cambia su vida. Para
el gusto de este cronista, La orquesta de la vida es uno de los relatos más
afortunado literariamente. La autora combina ruidos rutinarios y estridentes,
con la grandeza de dulces melodías y exquisitos violines: “esparciendo
melódicos acordes, sutiles ritmos de paz”, como apunta la escritora. De
Carrillo se conocen otros libros, como Confesiones de una asistente dental,
presentado como un texto autobiográfico y del libro Poemas gitanillos. Este
volumen de cuento breves, como han de ser los cuentos, nos ofrece de nuevo la
voz de esta escritora que poco a poco alcanza su momento en el marco de la
literatura cubana en el exilio.
Amedrentada
Azálea Carrillo
No deseo
arrastrar mis sentimientos
con palabra
o verso persistente,
el termal
de la musa de mi fuente
deshace cantarina
los lamentos.
Tu
conoces, señor, mis seguimientos
nunca fui
con la vida inclemente
soy igual
que la rosa de paciente;
disperso
mis palabras a los vientos.
Mas, el
mar de mi alma está sedienta
pide a
gritos, señor, que la comprendas
no puedo
concebir esta tormenta…
La
crueldad con que el mundo se alimenta,
no quiero,
mi señor, me reprimendas…
¡Por
decir que la vida me amedrenta!