sábado, 30 de noviembre de 2013

RAYO DE LUNA POEMA DE PATRICIA CARVAJAL GONZALEZ - POETA CHILENA


"TODAS SON MIAS" micro-relato de MARIA SUSANA DALL'OCCHIO-poeta Argentina

Micro Relato.

TODAS SON MÍAS

El hambre le dolía en el estómago y la soledad le golpeaba el alma. La pobreza le quitaba su dignidad ofrecíendole solo el banco de una plaza.
Sin embargo él con los ojos bien abiertos y mirando las estrellas riendo gritaba…¡Todas son mías!  


Maria Susana Dall'Occhio

TRES COLORES- COMPOSICION DE STELLA MARIS TABORO-POETA ARGENTINA

Fuego


Exultante luz, hirió mis ojos . Venia del bosque donde un fuego muy antiguo prendieron las almas de todos los pájaros .Y fui al centro de ese conjuntos de árboles y tomé con mis manos algunas llamaradas y entré al fuego y entonces vi que la vida es fuego que emerge cuando respiramos . Su fuerza es eterna cuando deseamos algo con mucha energía. Si, la vida es fuego que arde en nuestro corazón cuando amamos .
Fuego en la piel que recibe al sol incandescente . 
Ferviente llama que no se apaga mientras vivamos..  



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VIOLETA

Violeta esa simple  flor .
Violeta que nace 
de la fusión
    del   azul  y rojo
Violeta séptimo color
       del arco iris en flor.
Te dicen frío color
   mas yo me atrevo a cantarte
Violeta , Violeta espectral 
 en el ojo humano
     frecuencia más alta de luz 
entonces pones color a la vida
            y dejas de ser,  frío  color.



VERDE

Verde que luces
  mirando desde abajo
           mirando muy arriba.
Verde  que borras 
        lo malo del aire .
Verde tu mirada
     oxigenando mi alma.
Verde perenne
    siempre verde.
Verde manto, donde relucen
       las flores 
Verde  rama   
          con  hojas verdes .
Verde  mar 
    abriéndose al verde  Barco.
Verde que habla
   respirando 
    y  si lo entiendes
    te dirá
              cuida el verde planeta...

sábado, 23 de noviembre de 2013

CHAGO-SANTIAGO GONZALEZ- COMPARTIMOS SUS EXITOS EN COLOMBIA


Palabras de "CHAGO" agradeciendo a su publico:

Ayer fue el cierre oficial de mi gira de medios por la costa

Colombiana. Me llevo muchas sonrisas y mucho 

agradecimiento en mi corazón. Gracias por abrirme las 

puertas y prestarme sus oídos para escucharme hablar y 

cantar. De esto se trataba.


C.


¡ FELICIDADES !

martes, 19 de noviembre de 2013

ELILUC COMPARTE CON GRAN SATISFACCION EL CUENTO "EL SUEÑO DEL ALMIRANTE" DEL ESCRITOR DOCTOR ARIEL ARIAS- PREMIADO POR EL CONCURSO NACIONAL "HOY MI HABANA VISTE LO MEJOR", AUSPICIADO POR LA EDITORIAL "VOCES DE HOY"




EL SUEÑO DEL ALMIRANTE
                       Dias soleados o nublados, noches estrelladas o brumosas, olas calmadas o picadas, llegaron a convertirse, según los días se sucedían, en monotonías para los tripulantes de las tres embarcaciones, que habiendo zarpado del puerto de origen con gran entusiasmo por llegar a esa tierra fabulosa llena de riquezas y majestuosidades de la que el patrón tanto les había hablado, estaban rindiéndose ante el hastío imperante en sus ánimos. Solamente El Almirante, con su recia personalidad, profundo pensar y gran experiencia en la navegación, mantenía la calma: Os aseguro que allá lejos, allende los mares, vamos a encontrar la tierra más hermosa que ojos humanos hayan jamás visto, no habiendo sido nunca hollada por las botas de la civilización. Allí, El Creador –continuaba diciendo- ha separado una pequeña porción donde dadivosamente ha sembrado todas las virtudes necesarias para construir un mágico paraíso que será luz, música y alegría para el resto del mundo. Esto que os digo – enfatizaba en su alucinante alocución - no es tan solo el sueño que constantemente me acompaña por mucho tiempo, más bien lo percibo como una realidad, una revelación… Fueron estas mismas palabras las que habían convencido a la Reina gobernante que confiada, abrió su cofre, poniendo el producto de la venta de sus joyas a disposición  del proyecto para sufragar los gastos de la expedición.
                       Lo etéreo de un sueño comenzó a materializarse cuando justo en el lugar visualizado por el descubridor, en la parte noroccidental de la mayor de las islas conquistadas, el 16 de Noviembre de 1519, nació la Villa San Cristóbal de La Habana, el más espectacular paraje bajo el sol y brisa caribeña. Con la inclusión de los africanos traídos como esclavos, el pequeño remanente grupo descendientes de los indios tainos, los criollos , extranjeros aplatanados y algún inadvertido sabio alquimista, se fue formando una nueva raza potencializada con características tan positivamente especiales, que como abejas, libaron la miel que endulzara el ambiente, como arañas, tejieron con hilos de fantasía las vaporosas telas,  que volando como ondas sonoras anunciaban al mundo la musicalidad, alegría. Como hormigas mostraban sus fuertes actitudes laborales: Construyendo a todo lo largo del litoral un ancho muro, el malecón, donde las olas al chocar, transforman los lamentos en agradables ritmos musicales, sedante energía de la naturaleza que sosiega el espíritu, mientras su masa de concreto se convierte en una esponja embriagada por el hechizo, que, como un imán, recoge calmadas y excitantes emociones traídas por románticos enamorados, parejas en celo, meditadores y  enamorados de la naturaleza en  busca de su paz. Como primicia de la futura majestuosa ciudad, nace en los tempranos años, el simbólico “Paseo del Prado”. Calles famosas, significativos edificios de diversidad arquitectónica, comercios que engalanan las noches con atractivos anuncios lumínicos, escuelas de variadas enseñanzas, centros hospitalarios, templos, teatros, surgían por doquier haciendo de este espacio una gran metrópolis para orgullo de sus pobladores y admiración de los visitantes.
                       Con mirada visionaria, noble porte, ilusión de poeta, filósofo y escritor, envuelto en su raída capa, desde lo más alto de la Colina universitaria, El Caballero de París, con solemne melancolía, observa como languidece la tarde, se oscurecen las playas, La Bodeguita del Medio atiende a sus iluminarias visitantes, escucha el último piropo vespertino en Galiano y San Rafael “La esquina del pecado”: -Alabaoooo…mulata….si cocinas como caminas me como hasta la raspa. Sigue con atención  los atareados pasos de La Marquesa por la inclinada Rampa, llegando a Ly23 simula estar saliendo de uno de los estudios de la CMQ  antes de continuar el camino que le retorna a su verdadera identidad, afrontando  la pobre bohardilla que tiene como hogar. El alumbrado público no es un anunciante del día que se acaba, más bien de la ocupada noche que comienza. Todas las puertas de la gran urbe parecen abrirse dejando escapar las nostalgias, tristezas, inhibiciones, problemas, permitiendo a las vibraciones alegres descontaminantes, ocupar ese espacio.  El cañonazo de las nueve es la señal de la otra vida que empieza, la bullanguera, a la vez señorial,  la que no duerme ni descansa, es el anuncio oficial del comienzo del gran apogeo de las famosamente inolvidables noches habaneras. Se suben los telones de los muchos centros de diversiones: Tropicana, Sansucí, Montmatre, Ali Bar, donde suenan las maracas y rompen los tambores estremeciendo las cinturas de los rumberos que sin descanso se dan por completo al “vacilón”, mientras el espectador, metido en su guayabera almidonada, un buen habano en la boca, el daiquirí  “bien cargao”, se siente como que no le falta nada en esta vida. Con los primeros destellos de la alborada, la ya cansada noche se niega a morir, convirtiendo sus últimos estertores en un suave , lamentoso, melodioso pregón, que alargándose por las somnolientas calles parece desvanecerse entre los grises adoquines de La Habana Vieja: _Maníííí….el manisero se vaaaa…..

                       Desde el sillón imperial en la nueva dimensión, El Almirante observa con orgullo el desenvolvimiento de su más apreciado descubrimiento. Con voz firme, quebrada por la emoción, exclama: HOY MI HABANA VISTE LO MEJOR.

domingo, 10 de noviembre de 2013

BIENVENIDA, NUEVO MIEMBRO DE ELILUC: MARIA ORETO MARTINEZ SANCHIS-ESCRITORA-POETA DE ESPAÑA



Mi nombre es Maria Oreto Martínez Sanchis, nacida en l’Alcúdia (Valencia). España.

Soy licenciada en Lengua Española y en Lengua Catalana, aunque ejerzo como profesora de esta última en un pueblo valenciano. Escribo desde el verano de 2010 y, desde entonces he participado en numerosas Antologías poéticas como: Piernas cruzadas, Órbita literaria, Revista de Marcela, Antología a Violeta Parra, etc.

He ganado algunos premios, como el primer premio de  Excelencia narrativa en REC (2011), el primer premio de soneto en UHE (2012), primer premio de prosa en el certamen juvenil de Castillo Mágico de poetas (2012) y el primer premio de Poesía Navideña en Castillo Mágico de Poetas(2012), también el primer premio de cuento en el Certamen de Reyes de Parnassus. Soy finalista del Concuros LAIA, en Estado Unidos, EN 2013. También he ganado el primer premio de poesía en pro de la Democracia en UHE (2013). Y otros premios más, aunque ninguno de papel, todos virtuales.

 He escrito dos novelas en catalán: Un cant a l’esperança y Misteri a Perpinyà.

COMPARTIMOS DOS HERMOSOS POEMAS Y DOS CUENTOS- OBRAS DE MARIA ORETO MARTINEZ SANCHIS
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MI HERMANA RAQUEL-MARIA ORETO MARTÍNEZ SANCHIS

   
    A la problemática edad de catorce años, era una niña consentida, acostumbrada, como buena hija única, a hacer siempre mi santa voluntad . Ya no esperaba tener hermanos aunque, de pequeña, los había deseado tanto que había llegado a soñar que tenía una hermana. Mis padres anhelaban también tener más hijos, pero éstos no llegaban y ya ambos, con más de cuarenta años, no esperaban que su sueño se convirtiera en realidad.
Un día del mes de Marzo me comunicaron la noticia: Habían pensado adoptar una niña y así convertir en realidad nuestros deseos. Me sorprendió mucho su decisión y me molestó que no me hubieran consultado, al fin y al cabo yo ya contaba con catorce años y no era la niña que, años antes, anhelara tener una hermana. Me opuse tajantemente diciéndoles que era demasiado mayor para jugar a las casitas con una niña pequeña; en todo caso, serviría para hacer de canguro cuando ellos desearan salir, pero yo tenía mi propia vida, mis amigos y mis estudios.
    Mi padre me contestó que, a parte de desear otra hija, les preocupaban mis prioridades y sobre todo ese "mi" que solía añadir con vehemencia a todo lo que se relacionaba con mi mundo. Quería sencillamente que aprendiera a usar la palabra nuestr@. Deseaba que fuera capaz de compartir mi vida, mis sueños, mis anhelos, mi felicidad y mi desgracia con mis padres y con mi hermana.
    Mi madre me dijo que hacía dos años que habían decidido adoptar, pero que había resultado un duro calvario ya que, en un principio, deseaban que la niña fuera blanca, sana y española, cosa que había sido imposible. Al final habían cambiado las prioridades y habían decidido que lo más importante era que fuese blanca, española y sana. Habían acudido a un orfanato, orientados por Don Juan, el sacerdote de la parroquia del Loreto, y habían conocido una preciosa niña de tan sólo un año. Se habían quedado prendados de sus ojos azules, alargados y habían decidido adoptarla, a pesar de ser un caso de Síndrome de Down leve. Podían proporcionarle mucho amor... Mi madre me pidió que conociera a la criatura y que opinara después.
    Creí morir cuando escuché tantas sandeces de boca de mis padres, que no sólo iban a adoptar a una niña ahora que yo no quería, sino que encima sería subnormal... Mis amigas y mis amigos se burlarían de mí. Ya me veía siendo el centro del escarnio de todo el barrio. !Por nada quería una hermana, y menos aún si no era normal! Si hubiera sido china, negra, india..., no me hubiese importado tanto, pero ¿deficiente? !Nunca!¿Cómo exponer a mis padres mis opiniones políticamente incorrectas? Enseguida pondrían el grito en el cielo y me dirían que ellos me habían enseñado a aceptar a los demás tal como eran... Abominarían de mi.

    Cual fue mi sorpresa cuando mi madre se aproximó, me rodeó el cuello con sus brazos, me besó en la mejilla y luego, recostando su cabeza sobre la mía, comenzó a sollozar. Cuando fue capaz de hablar, me dijo que yo siempre sería su niña, pero había otra criatura sin padres que necesitaba compartir el cariño absoluto y sin condiciones que recibía yo. Me pidió que pensara en lo que me decía, ya que no dudaba que, si lo meditaba, llegaría a la solución correcta.
    Me sorprendió que mi madre hubiera leído mis pensamientos... ¿O tal vez mi cara había mostrado todo el horror que me producía la posibilidad de tener una hermana deficiente? Cuando soñaba con tenerla, ni en la peor de las pesadillas la ví diferente a mí... Nunca pensé en la posibilidad de que fuera anormal.
    -Marisa -me dijo mi padre-, nunca te obligaremos a aceptar la adopción. Si no deseas que Raquel venga a esta casa, nos olvidaremos de todo; pero, por favor, acompáñanos el domingo al orfanato y conócela. Si no te gusta, no la adoptaremos.
    Me sentí francamente aliviada al escuchar a mi padre. Ya lo tenía todo claro: Los acompañaría el domingo, les diría que no me gustaba la niña, que no quería tener hermanos, y me olvidaría del mal momento que acababa de pasar.
    A veces nuestro cerebro teje unas ideas que nada tienen que ver con la realidad, que vista a través de nuestros ojos, los únicos que la pueden ver, nos sorprende. Eso precisamente me pasó a mí cuando vi a Raquel.
    En los días anteriores a la visita al orfanato no hablamos del tema. Parecía como si mis padres no recordasen el asunto, como si no hubiese pasado. Llegué a pensar si habría sido una pesadilla de la que me despertaría el domingo. Podría haber preguntado, pero prefería esperar. Si el día de la visita mis padres no decían nada, tendría comida familiar y cine con mis amigos por la tarde; probablemente habrían reconsiderado la adopción e imperaba el sentido común. Si por el contrario tenía que ir al orfanato, ya sabía qué decir.
Por fin llegó el día anhelado y temido al mismo tiempo. Al levantarme observé que mi madre llevaba el vestido de los domingos y que mi padre, que odiaba el traje, iba vestido de esta guisa. Empecé a pensar que mis esperanzas de no ir al orfanato se irían pronto al traste, como así ocurrió.
    Mi madre me pidió que me arreglara rápidamente para pasar el máximo tiempo posible con Raquel. Yo la obedecí, pero me movía como si estuviera realizando una huelga en el trabajo, con lentitud. Finalmente, en el Mercedes de mi padre, salimos en dirección al orfanato.
    Mis padres son médicos, por ello no me extrañó que no les importara adoptar a una niña enferma, estaban acostumbrados a vivir con los problemas ajenos. Aunque reconocía que eran buenas personas, yo me sentía incapaz de ser como ellos. Más o menos eso pensaba yo cuando, acomodada en el coche de mi padre y sumida en profundas reflexiones, me dirigía a conocer a Raquel.


    El orfanato era un hermoso edificio de estilo modernista, con grandes habitaciones cuyas ventanas estaban rodeadas de bellos miradores. Al entrar por el portón, fuimos recibidos por una monja muy amable que nos invitó a subir a una habitación del primer piso en la que se encontraba Raquel.
    Me sentía nerviosa, asustada, y, por un momento, temí encontrarme con la criatura que, a pesar de su minusvalía, había robado el corazón de mis padres. Tal vez fuese un presentimiento, tal vez dentro de mí latía un corazón mejor de lo que mis padres y yo misma pensaba. No sé....
    Entré en la habitación detrás de mis padres, que se dirigieron a saludar a una monja que, sentada en el suelo, jugaba con una bolita de carne rubia y de ojos azules. Me quedé mirándola, reía y mostraba, con descaro, dos dientes en la boca abierta. Muy a mi pesar, sonreí.
    La pequeña se acercó tambaleando hacia mi madre con los bracitos abiertos. Ma-ma, ma-ma, repetía. Mi madre la cogió en brazos, la besó y me atrajo hacia ellas. Como en una presentación sin protocolos, mamá exclamó: "Raquel, ésta es mi hija Marisa de la que tanto te he hablado, tu hermana mayor":
    Me quedé con la boca abierta al escuchar las palabras de mamá, pero aún me sorprendió más la actitud de Raquel, que alargó sus bracitos, como si lo tuviera ensayado, rodeó mi cuello e intentó que yo la cogiera en brazos. Se cruzaron nuestras miradas por primera vez. En ese momento supe que aquella niña no era minusválida, que siempre tendría más coraje que yo, que nunca se rendiría, tal vez porque la necesidad le había otorgado la fortaleza de la que yo, como niña mimada, carecía. Supe que no podría abandonarla y seguir mi vida, sin recordarla a cada minuto. Supe que sería mi hermana, que la cuidaría, la enseñaría a vestirse, a lavarse los dientes, jugaría con ella y que no importaba que tuviera Síndrome de Down.
    La cogí en brazos y ella me tiró del cabello riendo. Cuando me despeinó, escuché que decía: "So Aqué". Esas fueron las primeras palabras que le oí pronunciar.
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   He contado tantas veces la historia de la tía Raquel a mis hijos que creo que la saben ya mejor que yo.
    No fue fácil el camino, tuve que luchar por mi hermana para que fuese respetada y, mientras pensaba en ella y no en mí, mientras planeaba nuestras victorias, aumentaron mi fortaleza y la suya.
    Hoy en día soy madre, hermana y esposa. Raquel me enseñó a ser mejor persona y, por amor a ella, estudié Medicina y soy neuróloga.
    Raquel es y siempre será valiente. Hoy en día es maestra en un colegio especializado en niños con Síndrome de Down. No sólo les enseña matemáticas y ciencias sino que también les infunde valor para enfrentarse a la vida. La heroína de mis hijos es su tía Raquel, una mujer real que luchará siempre por un mundo más justo.

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CARTA DE UNA MADRE A UN HIJO DADO EN ADOPCIÓN

 

Amado hijo, cuando te sentí latir en mis entrañas la noche cerrada, sin un atisbo de luna, asaltó mi mente indecisa. Nunca pensé experimentar el milagro de la maternidad, y venías en mal momento, cariño. Mi espíritu, perdido entre los montes del deseo y del rechazo, no supo discernir entre sus anhelos y sus prioridades.

Pensé que, por el bien de ambos, debía fundirte en sangre y olvidar que un día tu corazón latía con fiereza dentro de mí. Olvidar que eras el fruto prohibido que había nacido en un campo fértil sembrado; pero a pesar de la simiente, hijo mío, no eras fruto deseado.

Pensé en destruirte, pero la amargura en forma de lágrimas que experimentaba mi corazón silente me lo impidió. El llanto barrió todo sentimiento de miedo que pudiese albergar mi ánima adaptada a los prejuicios sociales y decidí que sería madre, aunque nunca satisficiera tus necesidades materiales, aunque fuesen otros los que cuidasen de ti y te prodigasen su amor. A pesar de ello, hijo mío, yo sería tu madre.

Nueve meses de esperanzas que se truncarían en el momento en que te pariera. Gocé notándote crecer en mis entrañas. Disfruté de tus movimientos, de tus patadas. Esos recuerdos serían la única herencia que tendría de ti, pero ya te habría disfrutado. Otros ejercerían de padres, te educarían y su calidez borraría los momentos vividos conmigo, con tu madre. Pero yo siempre sabría que un día fui madre.

El día en el que mis brazos te mantuvieron cerca del corazón durante unos minutos, después de un parto de veinte horas, supe que no podía renunciar a ti, pero la necesidad inexorable atenazaba mis movimientos. Y tuve que pronunciar la palabra “sí” negándome a mí misma la dicha de ser tu madre.

Te perdí, hijo mío. Vagué como alma penitente presa de la melancolía más aciaga, incapaz de borrar tu cara, tu boca, que se redondeaba pidiendo alimento, y tu olor, ese aroma a recién nacido que despiden todos los bebés y que tanto me recordaba a ti.

Supongo, amor mío, que te preguntarás por qué no conseguí el coraje para conservarte. Te preguntarás cómo te dejé partir sin enfrentarme al mundo, sin luchar por ti con el valor que una madre ha de tener. Vida mía, la juventud, la soledad y la falta de recursos son malas consejeras. Nadie podía acudir en mi auxilio porque era una huérfana joven en un mundo hostil y plagado de prejuicios. Sólo podía entregar mi corazón a una familia que lo cuidara. Y cedí tu amor, tus caricias, tus primeras palabras, tu amor…, a tu familia.

Ahora que mi vida ha llegado a su fin y que tengo que presentarme sin equipaje ante el Creador, te escribo estas líneas para que sepas que, aunque lejos, siempre estuviste en mi mente. Por ello te lego todo lo que atesoré a lo largo de mi vida, todo, excepto mis fracasos.

 

Maria Oreto Martínez Sanchis

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LA AURORA


Altiva, bella y sonriente
pasea por el parque la aurora.
Color dorado esparce
sobre las hojas verdes,
el suelo cubierto por su bata
de cola.
Amanecer enhiesto y soberano
que cubre mi vida
de alegría.
Amor matutino satisfecho,
aleteo de mariposas
en las sombras.

Maria Oreto Martínez Sanchis


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EL LLANTO DE DIOS


La muerte conquista el mundo, el hambre es fiel compañera.
Los niños recién nacidos pasean con su mortaja.
Sufren terribles miserias antes de entrar al sepulcro
que es una fosa común sin nombre escrito ni lápida.

Llorando a coro, perdida, se halla la naturaleza,
atacada por los hombres, inerme, sin protección.
Ya no cantan arroyuelos sus cantatas al Señor,
solo corren lagrimitas que se secan con el sol.

¿Por qué permite el buen Dios tanto dolor en la Tierra?
¿Por qué permite que muera la más sagrada inocencia?
¿Por qué, si tiene poder? ¿Por qué, si existe y gobierna?
¿Por qué no lloran sus ojos secos de vida y paciencia?

El llanto del Creador es el hijo recogido,
fruto del libre albedrío que respeta nuestro Dios.
La muerte del inocente es producto de la infamia
de aquél que intenta lucrarse con la venta de las armas.

Gigantes de copa muda fenecen sin esperanza.
No es transacción baladí el comercio de la tala,
sino que enriquece y mata. La existencia en esta tierra
depende de la razón con una dosis de amor.

Recibimos lo que damos pues lo quisimos así,
en el Santo Paraíso arrancamos libertad.
Las lágrimas del Señor mojan de lluvia la tierra
y su dolorida voz atormenta las conciencias.


Maria Oreto Martínez Sanchis


¡BIENVENIDA!

viernes, 8 de noviembre de 2013

LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE POETAS Y ESCRITORES HISPANOS HACE ENTREGA DE DIPLOMA A ELILUC - CELEBRACION DEL MES DEL LIBRO




MIAMI,  NOVIEMBRE 7, 2013

CAMACOL

DAMOS LA BIENVENIDA NUEVO MIEMBRO DE ELILUC: CONCHITA UNANUE, POETA-ESCRITORA CUBANA


CONCHITA UNANUE,  nació y se educó en la ciudad de la Habana.  Después de varios meses de presidio político, vino como exiliada a Estados Unidos donde reside en la ciudad de Miami, desde el año 1961, en unión de sus hijos y demas familiares.
Fue consejera Escolar por 25 años en las escuelas del Condado Dade y es miembro de varias organizaciones comunitarias.  
Ha escrito varios ensayos y articulos, asi como dos libros:
ALAS DE REGRESO
ALAS EN PAPEL
Publicados en Miami.  Tiene en p;royecto una novela y una serie de cuentos.
(datos tomados del libro Alas de regreso)




¡BIENVENIDA!

martes, 5 de noviembre de 2013

THE COVE RINCON/INTERNATIONAL ---THANK YOU - SPONSORS-PATROCINADORES 2013






EN EL DIA DE HOY, HEMOS RECIBIDO DE  "THE COVE RINCON INTERNACIONAL, UNA DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES  LITERARIAS/CULTURALES MAS PRESTIGIOSAS CON SEDE EN MIAMI Y EN VARIOS OTROS PAISES, ESTE HERMOSO AFICHE.  A SU DIRECTORA MARILY REYES Y AL BOARD DE THE COVE RINCON, DESDE NUESTROS CORAZONES AL DE USTEDES ¡RETORNAMOS NUESTRO AGRADECIMIENTO!.

MERY LARRINUA Y MIEMBROS DE
ENCUENTROS LITERARIOS INTERNACIONALES
LUZ DEL CORAZON
ELILUC


sábado, 2 de noviembre de 2013

HADA BRUJIS por Norka Brios

                             HADA BRUJIS
Norka Brios
A veces tengo la cordura.
A veces tengo la locura.
Pero así disfruto de la vida.
A veces me siento en el limbo.
esperando despertar de mis sueños.
A veces soy Hada.
A veces soy Brujis.
A veces me gusta el amor,
A veces me gusta el vino
Así embrujo  por donde voy.
A sí disfruto cada
 momento de mi vida.
A veces soy gaviota
 que quiere volar lejos.
A veces soy hada del viento 
 la espuma y el tiempo 
como  olas de mar
Que van y vienen,
Que llora y ríe.
Que canta y danza.
 A veces  en el amanecer,
disfruto del sol y su calor.
A veces en el  anochecer,
 disfruto de la luna y las estrellas.
A veces soy el cielo besando el mar,
A veces soy  el mar ,
 recibiendo el beso.
Me gusta sentir  la esencia 
 del jazmín y las violetas
 para embelesar mis días y
envolver mis sueños 
en su fragancia.
A veces me gusta sentir
 el viento con olor a mar,
A veces con olor  a
retamas y eucaliptos.
Aveces siembro rosas
 en el jardín  de mis ilusiones, 
 y saco con cautela sus espinas 
para no herir mi corazón.
 L a Punta  ,de Febrero  2010