Micro Relato.
TODAS SON MÍAS
El hambre le dolía en el estómago y la soledad le golpeaba el alma. La pobreza le quitaba su dignidad ofrecíendole solo el banco de una plaza.
Sin embargo él con los ojos bien abiertos y mirando las estrellas riendo gritaba…¡Todas son mías!
Maria Susana Dall'Occhio