ANA MARI
MADRID - ESPAÑA
BIBLIOGRAFÍA: Poeta y autora de novelas, relatos, cuentos,
poemas.
Reconocida y premiada en República
Dominicana, Miami, Lating Heberinge EEEUU, Chile, Radio Tular Irratia de
Vizcaya (España), centro de estudios poéticos de Madrid (España),
Novelas editadas: Pasaje de ida, en la editorial Patumaire (Barcelona, España). Mujeres
de un par de tacones, en la editorial Circulo Rojo (Almería, España)
Cuentos editados: La panda del panda, en la editorial Patumaire (Barcelona, España).
Poemario editado: Noches Nupciales, en la editorial Patumaire (Barcelona, España).
¿Quien se mete en los zapatos de esas personas que
se hunden y no encuentran renaceres cuando pierden lo que más quieren? Dolor
que rompe. Les doy mi abrazo para que se levanten abrazando de nuevo a la vida
y… no es suficiente, nada es suficiente cuando se muere en vida.
CUATRO
VELAS NEGRAS CON UN...
Tengo el corazón enfermo y la mente ida
dando bandazos en la mazmorra de la desolación,
escribiendo cartas de despedida.
¿Cuándo llegará la hora de mi liberación?
¡dime cuándo señor!
Te llevaste mis ganas, mi ilusión, mi... amor,
te lo llevaste todo sin pensar que aquí me quedaba
yo,
buscando sus sombras, reflejos en los espejos
rotos de mi razón.
Tristes horas, tristes días, tristes sí, con
rencor, recelo y rebeldía.
Mi melancolía.
Hurgo en mis entrañas que se revuelven odiando
amaneceres,
no quiero despertar y la vida se empeña y me
empuja
sacándome a patadas de una cama que ya no aguanta
mis trifulcas ,
que ya ni goza ni me cobija entre sus arrugadas
sábanas,
no quiere secar mis lágrimas.
Cuatro velas negras llamando a la muerte,
que las
apaga con gestos que muerden.
¡NO ME DES LA ESPALDA! Le grito,
¡no es la hora ! me responde en silencios de
noches de desvelo.
No olvido.
Y me levanto y me visto y me peino,
y salgo al trabajo maquillando mis desprecios
mañaneros
ahogados entre cafés, tabaco y…“golosinas” de mi
pastillero.
Otro día odiando caricias de vida,
el tiempo se empeña regalándome su dicha,
“olvida”, y yo….
ni escucho, ni veo, huyo y… pasa, pasa despacio en
mi desespero, pasa...
corriendo marcando sus zancadas en mis huesos, en
mi pellejo,
mientras yo… enciendo cuatro velas negras con un…
¡te espero!
Mala hierva en la fuente del ego.