NATIVIDAD
Ya se acerca la noche que la humanidad ha esperado por siglos. El universo palpita de ansiedad. El cosmos es cómplice de hacer realidad los
deseos del Uno. Los astros todos han hecho su parte para que todo salga perfecto, encajando sus movimientos,
evoluciones y magnetismos como en un rompecabezas sideral para ayudar a la
estrella que viene de lejos, del oriente, a llegar al lugar que tiene destinado
de señalar desde el principio. Esperan
ansiosos que llegue por fin a su destino y traiga con ella a los sabios frente
al Niño Dios. Ya se acercan, allá
vienen.
El nacimiento del Cristo Jesús ha sido en un pesebre, alejado del oropel y
riquezas que le corresponden como Rey, pero es que ya después Él nos aclarará
que su reino no es de este mundo. Ah,
pero el Padre tiene sus propios planes y ha enviado a sus ángeles a preparar
una digna bienvenida para su Hijo. Los
enviados recorren los valles cercanos y convidan a los más apropiados
invitados, los pastores, almas sencillas y sin las limitaciones del orgulloso
intelecto que de seguro entenderán todo sin preguntar mucho. Y con ellos sus
ovejas y los animales del corral, representantes de la naturaleza creada por el
Padre.
Luego llegan a la fiesta del nacimiento los tan esperados Reyes Magos de
Oriente montados en sus camellos con regalos para el recién nacido. Vienen de lejanos reinos siguiendo los signos
de los cielos representados por la estrella y de la sabiduría heredada por sus
culturas. Melchor, con oro traído de su
misteriosa Persia; Gaspar con incienso de su distante reino y Baltazar trajo la
mirra dedicada a los reyes. Todos
originarios de distintos puntos del mundo conocido de aquella época como un
símbolo de lo que el Hijo vino a enseñar, de que todos somos hijos de Dios.
Aún después de más de dos mil años se celebra aquél nacimiento, se nos
llena el corazón de un sentimiento especial que nos hace sentir alegres y
dispuestos a ayudarnos entre nosotros.
Aún después de tanto tiempo perduran las enseñanzas de Jesús de paz,
amor, fe y gozo.
Thelma Galván
3 de diciembre del 2018