Breve nota biográfica
literaria:
Yoisy Carballo:
Nació en Ciudad Habana, Cuba, el 25 de septiembre de 1975 y desde los doce años
escribe reflexiones inspiradas por la vida, poemas de amor y desamor, de la
flora y la fauna. Amante a las obras literarias de José Martí, José Ángel
Buesa, Gustavo A. Bécquer, Jorge Luis Borges las cuales fueron de su
inspiración.
Reside en el sur de
la florida donde estudia para ser Maestra. Estudio Asistente Médico y otros
cursos de enfermería. Se graduó del Bachiller en la Ciudad de la Habana, Cuba.
Escribió su primer poemario “Huellas del Corazón” que se vende
por algunas librerías y tiendas del sur de la florida y por Amazon. Este
trabajo lo realizo desde que tenía los doce años y en el 2016 lo público bajo
la editorial Entre líneas por Pedro Pablo Santisteban, actualmente está
trabajando en un libro infantil “La criatura Mística” donde lo realizo junto a
su hijo de diez años.
Cree en las segundas
oportunidades y que la belleza de las personas no está en lo que tienen sino en
lo que sienten. La superación como ser humano y espiritual la llenan día a día
en su base fundamental para una mejor calidad de vida.
Destierro
despiadado
Después de este
cruel destierro
le pido y ruego a
Dios,
que me deje algún
día no muy lejano
ver mi patria linda
y querida,
que deje parte de mi
vida.
Sus entrañas las
llevo en lo más hondo
calando mi sentir y
mi alma,
en su verde color,
iluminando
los senderos de
inclinadas colinas;
Su cielo tan limpio
y puro
como el oxigeno el
cual respiramos;
siento que ya no
estás tan lejos
a pesar de la
distancia que nos separa.
Dios ha hecho que
corra a ti
hoy como un claro
amanecer,
que anuncia el nuevo
día,
como blanca paloma y
dulce melodía
hoy corrí a ti.
En mi sien acaricias los días
que bien te sueño
despierta,
corriendo por las
praderas y flores silvestres
que crecen a mí
alrededor
con un gran
esplendor,
a mis pasos calmando
mi estrés,
que en un momento
tenía.
Aunque no te pueda
ver,
ya en mis ojos estés
ausente,
siempre estarás
presente
como en los azules
días,
rociando de néctar
mi agonía
En la clara
expresión del no verte,
serás por siempre mi
tierra añorada,
serás mi vida
inaudita,
serás mi eterna
patria,
impresa en el alma
mía.