Mi
Adonis
¡Qué bello eres, mi guerrero!,
Me deslumbra tu figura,
la firmeza de tu carne
la cadencia de tus movimientos.
Me cautivan el fuego de tus ojos,
y esos rizos negros que cuelgan,
casi sin querer, sobre tu nuca.
Me enloquece el calor de tu cuerpo
cuando me rozas,
tu aroma, me turba, me aniquila.
Se nublan mis sentidos,
y empiezo a alucinar.
¡Pero qué tierno eres también mi caballero!,
cómo disfruto tu presencia tímida a veces,
y luego tu audacia desbocada.
No te detengas amor, no desistas en tu batalla.
Mira que el tiempo se acaba, y
entre los dos podemos aun,
escalar cumbres y derribar murallas.
Hazme olvidar el tiempo y la distancia,
llévame a recorrer tus bosques y tus playas.
Deja que me pierda en tu tibio amanecer y aplaque
en ti los tormentos de mi alma.
Déjame revivir en ti mis sueños perdidos,
no dejes que se apague en mi la llama.
No permitas que esta vez me corten las alas.
Llévame a volar el mundo aferrada a tus crines,
mi dulce amor, mi caballero,
LV 2/15/2012