domingo, 11 de diciembre de 2016

ANA KIKA LOPEZ-CUBA-USA-VII ELILUC-LOCAL


Ana Kika López-Cuba-USA

 

BIOGRAFIA BREVE

Ana Kika López. Escritora y pintora.  Graduada en La Universidad de La Habana y San Alejandro, Cuba. Llegó al exilio en 1964.

Sus cuentos han sido publicados o premiados en diferentes Revistas de Arte y Antologías en España, Argentina, México y Estados Unidos.

Tiene publicados varios libros en español: “Nuestra familia” (2002), “Tiempo Mágico” (2005), “Crónicas de un viaje a Cuba” (2006), El Hermafrodita” (2011), Escribiduras” (2011), Un ángel chocó con la ventana” (2013) y “El ojo de la imaginación. Cuentos” (2015)

 

 

 



Ana Kika López

2016

 


EL INVENTOR Y EL AIRE

 

El inventor inventa sentado sobre una montaña de silencio. Inventa la construcción de una vida nueva.

 

El aire es ligero y sin embargo, sostiene al ave que sin moverse apenas, flota en sus ríos de temperaturas invisibles.

 

La brisa es suave. Agita las crines de caballos ancestrales llevando a viajar un relincho hasta los oídos amarillos de los girasoles. Empujadora de nubes, se pelea a las espadas con las hojas de las palmas y luego, se muere de risa contándole secretos siniestros a las mariposas.

 

El viento es recio. Baja aullando por el lado izquierdo del pecho y se hace turbulencia al sur de la garganta hasta romper allí su último miedo.

Juega al parchís con las olas, apuesta crestas llenas de espuma y rueda piedras para hacer arena con que ocultar dolores.

 

El huracán también es de aire. Rugido o llanto de la geografía del cielo, parte de un tirón el tronco del olvido y lo sepulta en la nada.

 

El inventor inventa… con sus manos de aire, escribe letras de ausencia en la distancia de los vientos.

 

(Jey, no tiren más estrellas que van a dejar la noche demasiado oscura)

 

– ¡Atrévete a soñar! Construye tú un mundo de aire nuevo con tus dedos de hierro, con el brillo de siglos venideros… inventa un caracol de brumas… una pluma diferente… una luna naranja… un eco en Re mayor… vístete del color impreciso del colibrí y vete ya confundido con el tañir de las campanas. Pero antes de partir, invéntame una ventana para los ojos del alma, o tal vez, un cometa de “decires” que sepan volar en la incertidumbre de este tiempo.

 

–Ahí te va: “SOLO EL ESPEJO SE PARECE A TI”.