Ana Kika López-Cuba-USA
BIOGRAFIA BREVE
Ana Kika López. Escritora y pintora. Graduada en La Universidad de La Habana y San
Alejandro, Cuba. Llegó al exilio en 1964.
Sus cuentos han
sido publicados o premiados en diferentes Revistas de Arte y Antologías en
España, Argentina, México y Estados Unidos.
Tiene publicados varios libros en español: “Nuestra familia”
(2002), “Tiempo Mágico” (2005), “Crónicas de un viaje a Cuba”
(2006), “El Hermafrodita” (2011), “Escribiduras” (2011), “Un ángel
chocó con la ventana” (2013) y “El
ojo de la imaginación. Cuentos” (2015)
Ana Kika López
2016
EL INVENTOR Y EL AIRE
El inventor
inventa sentado sobre una montaña de silencio. Inventa la construcción de una
vida nueva.
El aire es
ligero y sin embargo, sostiene al ave que sin moverse apenas, flota en sus ríos
de temperaturas invisibles.
La brisa es
suave. Agita las crines de caballos ancestrales llevando a viajar un relincho
hasta los oídos amarillos de los girasoles. Empujadora de nubes, se pelea a las
espadas con las hojas de las palmas y luego, se muere de risa contándole
secretos siniestros a las mariposas.
El viento es
recio. Baja aullando por el lado izquierdo del pecho y se hace turbulencia al
sur de la garganta hasta romper allí su último miedo.
Juega al
parchís con las olas, apuesta crestas llenas de espuma y rueda piedras para
hacer arena con que ocultar dolores.
El huracán
también es de aire. Rugido o llanto de la geografía del cielo, parte de un
tirón el tronco del olvido y lo sepulta en la nada.
El inventor
inventa… con sus manos de aire, escribe letras de ausencia en la distancia de
los vientos.
(Jey, no tiren
más estrellas que van a dejar la noche demasiado oscura)
– ¡Atrévete a
soñar! Construye tú un mundo de aire nuevo con tus dedos de hierro, con el
brillo de siglos venideros… inventa un caracol de brumas… una pluma diferente…
una luna naranja… un eco en Re mayor… vístete del color impreciso del colibrí y
vete ya confundido con el tañir de las campanas. Pero antes de partir, invéntame
una ventana para los ojos del alma, o tal vez, un cometa de “decires” que sepan
volar en la incertidumbre de este tiempo.
–Ahí te va: “SOLO EL
ESPEJO SE PARECE A TI”.