Ana Luisa Valenzuela- Retamal- Chile
Solo mujer
el hálito del viento
palpa de suavidad mi piel.
Me encuentro sentada en el tiempo
en un peldaño olvidado de amor.
Recorro mi niñez;
pobreza en senderos de yedras
carentes de infantes quimeras.
En mi mocedad de capullo fresco
supe lo que era abrirse
a la pasión de amores
recónditos y de inmortales sueños.
Avancé por la vida
y en los brazos vacíos
de la madurez juvenil
percibí el laberinto amargo
de las flores marchitas por el sol.
Mujer de pasiones infieles,
conocí la existencia del hombre;
del amor carnal y divino.
La devoción oculta en mi ser
me llevaron a recluirme en Dios.
Hoy vivo la fragancia de la vida
regida por un Padre Celestial,
quién guía mis pasos y los de mi amado
por los caminos de la fe.