Lilia Ortuño
poeta costarricense
miembro de AIPEH Miami
OCEANO.
SOL.
AGUA.
UNA CIUDAD ASEDIA
Una mañana, de pie,
vende el otoño.
El deseo de ocho,
desarbola el miedo
y salta entre dos velas,
al velero.
Los pájaros, despiertan la costa,
y pican los parpados plateados,
del oleaje.
Las olas, desanidan su energía,
y bordan de verde el horizonte.
Una aura tierna, como lino crudo,
envuelve un arco iris de silencio.
La tarde, cuelga del crepúsculo marino,
y el viento estrena cabellera de agua.
Olas gigantes, cortinaje en vuelo,
estallan como un sauce de agua.
El velero, es un pájaro que huye.
La mente del marino, un faro herido.
Pupilas de cristal, prenden el cielo.
Un día cae,
diluido en los balcones de la espuma.
PAN DE ALBA 2011
CANTO A LA VIDA
Quiero cantar con silabas de hierba
ayudando a nacer a las vertientes
con ternura de luz
con infancia de isla
traída de una vida fértil.
Quiero cantar con manto de regazo
Con día de polen
Con arropo de cereza
Con surco alegre de dos llamas
desgranando abismos con fuego y ambrosia.
Quiero cantar el esplendor descabellado de la rosa
La hermosura minúscula de un rio.
Quiero cantar con vientre de fragancia
en forma sigilosa a la criatura que crece.
Quiero cantar con aire de semilla
Con trueno de gacela
y germinar inmóvil como el día.
Quiero cantar minutos de paloma
con olor a espliego y amaranto
para que desangre el humo
su ceremonial de trigo
y pinte escarlata el vino de la tierra.
PAN DE ALBA 2011