De España, Mabel Escribano
HOY ME VINO A PASEAR, EL CAMPO
Se apagan las luces
duermen las luciérnagas
sobre las telas de araña
mecedoras de un sueño
sin retorno.
El acebo busca
su color rojo
entre las verdes hojas
impaciente por
dejar de ser uniformes.
Huele a tomillo
mis manos
acarician las hojas
del eucalipto que
desnuda la esbelta corteza
apenas el viento
inicia su música.
El verde escenario
deja entrever los rayos
de un sol que
se retira entre nubes grises
harto de un striptease
aburrido por cotidiano.
Se para el sonido
ajeno a la montaña
una cigarra
dice mi nombre
o cualquier nombre
mientras la hormiga suda.
Finalmente
miente el cuento
como todos los cuentos
porque la cigarra
vive a costa de la hormiga
y la hormiga sigue
doblando el espinazo
sorda sin oír el canto alegre
de la haragana.
Hoy
me vino a pasear
el campo
entró por el camino
sin asfaltar de mi corazón
se quejó del polvo
y me puso una demanda
por daños en su todo terreno
la verdad es que estoy
algo descuidada
y sin señalizar.
Mabel Escribano
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