De Chile, Alfred Asis
Nació mi amor apasionado, murió desconsolado
Tu aroma de mujer me lleno el alma
Tu tiempo y el mío, unido en la distancia, sería la fragancia que despertaría mis ansias
Siente mis manos en ti
Siente mis labios en ti
Siente mi aliento agitado y el tiempo prestado...
Siente, amor, mi presencia, que de ti ya no es ausencia
que no hay distancias que separen mi placer de hacerte mía,
mis caminos y alegría, mi amor por ti
vida mía...
Cuanta ilusión, de un amor desconsolado
Cuantos recuerdos de no haberte tocado
Cuantas ilusiones quería a tu lado…
Y la flor se secó, despachó sus pétalos al viento, pétalos que eran tus labios
volaron hacia la eternidad de mi alma, ya no estarán entre los míos…
Que dolor el despejar mi nebulosa, aquella de mis días y noches
en que sentía tu presencia y tu cuerpo amado, en mi lecho de enfermo de amor…
Cuanto dolor tener que decirte “no eres de mi tiempo” no quiero sufrir más
Sigue tu camino, continúa con la esperanza de la vida sin mí…
La culpa es del tiempo, las distancias, las exacerbadas ansias y mis sueños, solo los míos…
Sueños de cada segundo de tener tus labios, de sentir tu mirada suave en mis ojos
de acariciar tus mejillas, tomar tus manos entre las mías, escuchar tu voz tenue incomparable…
Tuve que decirte… ¡márchate!... aparta tu imagen de mí, que me hace daño el no tenerte…