DESAIRE
En el Amor perdido desancle
el cuerpo
dé
el pezón al aire y al triángulo final del sexo
-
latido y pulso en celo de la tierra-,
humano
y multiverso, dé intención.
Sienta el pecho su impulso,
dé
vitalidad en ser besado
dé
envoltura entre piernas y entre manos,
pasible
de fisura, a un orgasmo catárquico
completo
como granos en bolsa,
fugaz, Eterno y vulnerable.
Guarde
un resto en su favor
desechada y húmeda
virginal
como semilla nueva,
pulso de la poda de un árbol,
socia de la luna y el misterio,
sanará
y, en ello, ríe Baubo
pues,
diosa aún se alza
adentro
viva
latiendo
entre lágrimas.