Simplemente un minuto de mi tiempo
para desaparecer de mí,
y adentrarme en el soliloquio de mi ser
ese, que a veces, se esconde intrépido
entre las sombras de un ayer diáfano y disperso.
DEAMBULANDO
entre soledades deambulo
cantando tu añoranza porque te quiero,
y en las quimeras de mis sueños te despedazo
abrazada a la almohada de los desencuentros.
te deseo y te niego
al abrigo de mis pechos que lloran tus brazos
y se amamantan de deseos.
Mi boca sedienta esquiva
tu miel desentendida de no ser.
¡Ay Díos mío, que se entreabre mi cuerpo
entre su ausencia y su olvido!
Mercedes García López
ESPAÑA