Poesía de las Musas Muertas
Lo confieso, he dejado musas viudas,
aquellas que me han hecho perder la cabeza una y tantas veces,
aquellas que siempre quisieron ser y nunca lo fueron.
Musas que se fueron atadas a corazones infartados, mutilados,
algunas borrachas, otras nadando con los peces, o,
simplemente musas que se fueron de viaje
en busca de reminiscencias de amores octogenarios.
Aquellos amores, muertos, enterrados y sepultados,
aquellos que descendieron a las fauces mas temibles del olvido
y están sentados a la derecha de todas las musas
que quedaron atrás, sumergidas en una varice del tiempo.
Tentarlas es muy fácil, difícil es salir de ellas.
Por Santiago González García
COLOMBIA