Carta # 3
Amor:
La habana sabe que eres mía, aunque te vea de otros brazos por sus calles, aunque la visites un día cualquiera y te refugies en uno de sus sitios, aunque acompañes tu risa con un me gustas para alguien dicho, o un te quiero tal vez se te escape de los labios. Y es que nunca he sentido la habana mas plena que cuando nos sorprendió su cañonazo en media plaza de armas desarmada y conmovida entonces, y es que la habana sabe de tantos ocasos perdidos en el horizonte de nuestras miradas, y hasta de aquel papalote que empinaste dándole altura y vuelo a nuestra virgen de la caridad, o de aquel barco que despedimos en la bahía con un beso o de aquel otro que le dimos entrada con nuestro abrazo, y es que la habana es la única testigo de los anillos, de aquel poema que nació del parto eterno que le entregamos. La habana sabe que aunque un día quizás partiremos ella seguirá siendo nuestra para siempre, porque bajo este sol, frente este mar, hemos nombrados muchos sueños que no caben en parís. Solo tu y yo sabemos cuanto amamos y cuanto nos duele esta habana, ella sabe que eres mía, que cuando nosotras dos de las manos nuestra habana se crece, se ve mas grande, mas imperial, mas sonadora y mas alumbrada que nunca y es que la habana sabe de amor, de nuestro amor, sabe de poesías de encuentros y despedidas, sabe que estas son tus nueces y yo tu nogal.
Ana Gloria Sardinas
Cuba
