Llueve frío, muy frío.
Llueve frío, muy frío
por fuera y por dentro,
humedeciendo mi cuerpo
por fuera, estremeciendo
mi viejo ser, por dentro.
Camina sedienta mi mente
por el deseo de conocerte,
mientras, sigue lloviendo frío
por las calles y callejuelas
de mi maldito destino.
Paseo meditando ciego,
entre la multitud solitaria
del gentío abstraído.
Caminaba el yo caminante
entre la lluvia entristecido.
Preguntas sin respuestas,
respuestas sin sentido,
yo caminante perdido
tan solo soñador distraído,
Y sigue lloviendo frío,
muy frío entre el gentío.
Ramón María vadillo
ESPAÑA