SABIDURIA
Los griegos
la conocían como ‘sofía’; y muchos
pueblos la consideraban como el resultado de la experiencia de vida. El proprio
término ‘filosofía’ revela que aquellos que la practican, los filósofos, son
amigos de ella. De acuerdo con algunos autores, Pitágoras fue el primer
estudioso que dio nombre a ese concepto y que, con el pasar del tiempo, se fue
materializando y vino a constituirse en una disciplina académica con muchos
adeptos.
El
verbo ‘saber’ viene del latin ‘sapere’ que significa ‘tener gusto.’ Ser
sabio es el individuo poseedor de sabiduría, de tener gusto por el
conocimiento.
La
sabiduría no se restringe al tiempo ni al espacio. Ella tiene sus orígenes en
fuentes más profundas, más universales, donde en el eterno está su propio
origen. De la Infinita Conciencia de Dios la sabiduría se emanó, y junto con Su
amor, se disperso sobre la propia conciencia del hombre.
En la
Biblia encontramos varios pensamientos sobre la sapiencia. Podemos extraer de
ella lo siguiente:
-
‘A
la sabiduría amé yo y la busqué desde mi juventud y procuré tomarla por esposa
mía y quedé enamorado de su hermosura.’ (Sb 8, 2)
-
‘Entrando
en mi casa, tendré con ella mi reposo, porque su conversación no tiene
amargura, ni tedio su trato, sino consuelo y alegría.’ (Sb 8, 16)
-
‘A
mí me ha concedido Dios el expresar lo que siento; y tener pensamientos dignos
de los dones recibidos, porque Él es la guía de la sabiduría y el que corrige a
los sabios.’ (Sb 7, 15)
En Proverbios encontramos:
-
‘No
hables a los oídos del necio, pues despreciará tus sabios razonamientos.’ (Pr
23, 9)
La
sabiduría posee algunas características. Ella debe ser aplicada para rendir
frutos. Si no es ejercitada, perderá su finalidad como recurso de modificación
del individuo y de la propia sociedad. Ella conlleva a la armonía, pues
conociendo como proceder, el hombre se siente seguro y evita los combates sin necesidad. La justicia y la tolerancia
son otras de sus particularidades. Conociendo, el hombre tiene condiciones de
ser imparcial en sus decisiones y sabe ser tolerante y comedido en determinadas
situaciones. En razón de eso, afloran otras virtudes que, como la semilla en
tierra fértil, germinan y nutren a los pueblos que aspiran vivir dignamente y
con respecto.
Para que
una nación prospere efectivamente, los gobernantes deben ser poseedores de esa
calidad transformadora que la sabiduría ofrece. Con ella, la corrupción, la
pobreza, la deficiencia de los servicios públicos y varios otros maleficios se
desmoronan y dan paso a lo que es real y armonioso.
Negarse a
la sabiduría es aceptar la ignorancia, madre de todos los vicios y contra
tiempos. Pero aceptar esa limitación no es la finalidad del hombre. Dentro de
él está oculto su deseo por actitudes más nobles, más humanas. Cuando
despierto, ese deseo va a darle todos los recursos para obtener lo que le
pertenece por derecho. El poder de la
sabiduría vendrá a darle un mundo iluminado y con todas las esperanzas que un
hombre regenerado merece.
Sunrise, 27 de agosto de 2013
Jose Marcos de Oliveira
Autor: Mis Cinco Sentidos
Publicado en Globatium.es: http://www.globatium.com/sabiduria-de-jose-marcos-de-oliveira-escritor-brazil/
Publicado en Globatium.es: http://www.globatium.com/sabiduria-de-jose-marcos-de-oliveira-escritor-brazil/