Prisca Silvia Arcia, nace en la Habana, Cuba, 10 de Septiembre de 1945. Cursa la escuela primaria en Surgidero de Batabanó, cuna de sus padres y abuelos. A los diez años se traslada hacia la Capital de la isla junto a su familia,. haciendo estudios medios y superiores en la Secundaria Básica Carlos J. Finlay y el Istituto de la Vibora. hace dos cursos en la Escuela Nacional de Artes (E.N.A) Más tarde se gradúa en la Escuela de Enfermería Pediátrica, carrera que ejerce durante diez años. En 1974 deja la enfermería y labora como Auxiliar de Contabilidad en el Ministerio de la Construcción. A raíz del éxodo del Mariel intenta abandonar el país, lo que le ocasiona diferentes tropiezos ecónomicos y sociales.
En 1994 logra emigrar hacia la Florida con sus dos hijos menores. En Miami realiza cursos de Medical Assistant, Nurse Assistant y Flebotomy. De los cuales, solo trabaja como Nurse Assistant hasta que se retira laboralmente.. Actualemente está jubilada y es integrante del Club de Literatura Francisca Arguelles en Hialeah, donde presenta sus obras. Por medio del Club de Literatura escribe poemas para el periódico "Los Tiempos" y acaba de publicar su primer libro de relatos titulado: "Cuba, La Isla Del Silencio"
Desde que salió de Cuba ha querido hacer una vida diferente, pero no ha podido porque le persigue la cubanía, el recuerdo le abruma y sigue sumergida en el suelo cubano que ha conformado a su manera, a pesar de estar a noventa millas de distancia.
METAMORFOSIS
Yo soy tal vez, una fugaz mirada en tu pupila,
una mujer que al sonreír puede calarte el corazón,
aunque logres escapar al embrujo de mi risa.
Soy la caña de azúcar, la palma, la enramada,
canto del lomerío, tambores y maracas.
Soy la triste nostalgia empapada de sueños,
una mezcla inocente de lo bueno y lo adverso.
Soy la voz que reposa serena y solitaria,
entre las páginas de un libro viejo.
Soy un alma que habita en el destierro,
una mujer que sobrevive a fuerza de coraje.
la que puede opacar un momento sublime
por preservar el amor de mis amores.
Pero cuando tratan de ultrajar mi nombre,
o me ofenden la patria esclavizada;
me transformo en una especie rara, intransigente
en un ser salvaje que no admite humillaciones.
Soy la mujer que convitrtió el exilio, en su único hogar
¡Quien prefirió emigrar, antes que ser esclava!
Gracias por su amable invitación. Cordialmente, Prisca
¡ BIENVENIDA !
