sábado, 9 de diciembre de 2017

RICARDO CALDERON GUTIERREZ-PERU


 
 
 


Nació en Ocobamba (Apurímac, Perú). Fundó y dirigió en Lima la revista “Llacctánchic” (Nuestro Pueblo. 1968-971). Fundó la Biblioteca Municipal de Ocobamba en 1970 que lleva su nombre. Se graduó de profesor de Castellano y Literatura en 1971.  Reside en Miami desde 1972, donde publicó en poesía: Allpamama (Madretierra, 1989) y Toma mi corazón (1991). En narrativa: Genio y Figura de don Artemio (1994), De bibliotecas y la lectura (2001), Mamacha Candelaria: Patrona de Ocobamba (2009), Redoble por Ocobamba (2012), Cartas de amor entre estudiantes (2016), Tragedia en Ocros (2017). Fundó y dirige en Miami el Instituto de Cultura Peruana (ICP) desde 1991. Convocó exitosamente a 25 concursos de poesía y narración. Publicó 30 antologías de Poesía y Narrativa.

Hijo Predilecto de Ocobamba (1969). Medalla de Honor del Consulado G. del Perú (Miami 1997, 2006), Chasqui de Oro del Ministerio de Educación del Perú (1997), Trofeo Tumi (Miami, 1999), Huésped Ilustre y llave de la ciudad del Cusco (2010), Visitante Ilustre de Ocobamba (2014). En el 2016 inauguró su Casa-Museo en Ocobamba.

 

A  ESTA CASA

 

A esta casa que llamas tu hogar,

llegué  un día cargado

de ilusiones y esperanzas.

 

Traía en el pecho

un corazón henchido de amor

que palpitó enloquecido al verte,

hasta temí que se rompieran mis costillas.

 

Aquí compartimos bellos momentos

de largas charlas y remembranzas.

Aquí respiramos tú y yo el mismo aire.

Aquí transcurrieron nuestros días

y nuestras noches.

 

Aquí te esperé ansioso día tras día

que volvieras del trabajo

como espera la noche al nuevo día.

Aquí te dije cuanto te amaba.

Aquí me dijiste que tú

sólo me querías como amigo.

Aquí conocí el despecho

y se desplomaron mis ilusiones

de vivir una larga vida a tu lado.

Aquí se anidó el dolor en mi pecho,

y mi larga espera

de encontrar una fiel compañera

se desmoronó como un castillo de arena.

 

Me voy, me voy de tu casa.

 

Aquí te dejo mis ilusiones y esperanzas rotas,

cierra tu puerta tras de mí

con todas las llaves que tengas,

del mismo modo como cerraste

tu corazón a mi amor sincero.

 

 ¡No mereces este amor mío!

 

(Tomado del libro Toma mi corazón).