Sombra de mi Sombra
Sobre el duro solar
de caminos viejos,
arrastras tu sesgo
de fantasma hueco,
el sol te recorta
y te borda en negro.
Tamizas las piedras
de arriscados setos.
Me sigues, me acosas
en las tardes grises
quebradas de esquinas
llenas de recuerdos.
La luz es vencida
por la triste lluvia,
cae atravesada
sobre el santo suelo.
La sombra me mira
con un gesto extraño,
pide que le cuente…
yo también la entiendo.
De mis ojos nacen
dos preguntas torpes,
será que no entienden
las respuestas turbias.
Crepúsculo adusto,
recio de silencios,
el sol ya no alumbra
se ocultó del mundo,
se acostó a lo lejos.
Mi sombra es muy tenue,
apenas se mueve.
Aquí en este sitio
hace ya mil años,
me llegó un murmullo
de un vacío extraño.
Me llegó su risa,
su suspiro alegre…
la paloma blanca
que vino de lejos.
No pedí a la vida
que me diera nada.
Nada yo tenía,
para qué… más ansias.
Fue la suerte necia
quien todo lo hizo…
me puso sus trampas.
Quise yo quererla
como siempre he sido,
alegre, despierto,
limpio, cristalino.
Sombra de mi sombra,
eres paso tibio
de la humilde huella
de un pájaro herido…
sin alas …perdido.
El aire la trajo…
el aire la lleva.
Le pregunto al aire…
pero no responde…
Por Jose Antonio Azpeitia
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ME BEBERÉ TUS VERSOS…
Me beberé tus versos uno a uno
como se bebe el cáliz de los ritos,
droga venial que asumirá mi cuerpo…
inmenso sueño de saberme tuyo,
como una ola de tu mar profundo.
Acunarás tus letras con las mías,
frondoso contubernio de poemas.
Se abrazarán en éxtasis votivo,
no dejarán espacio entre sus cuerpos,
nacieron luz, uncidas en lo eterno,
en la danza que sube mis paredes,
que trepan mi verbo enloquecido,
aroma que embellece las palabras.
Me miraré en tus ojos ¡Dos espejos!...
para entender qué dices cuando me hablas,
desentrañar qué tienes en tu alma,
cálida y firme sumida en la belleza,
dispuesta a darse siempre noblemente,
sin precio en el esfuerzo que conlleva
sanar los cuerpos y además las almas.
Ebrio de amar, sumido en tus caricias,
me llevarás muy lejos, muy distante…
a un viento suave… estremecido a veces,
que empuja el barco hacia un destino cierto,
al puerto amable de tu ardiente beso,
algo innombrable que lo explica todo,
la fuerza de tu cuerpo que me invade….
Jose Antonio Azpeitia
Poeta participante en el 1er. Encuentro Literario Intl. "Luz del Corazon"