lunes, 10 de mayo de 2010

Poemas del poeta Jose Antonio Azpeitia


Sombra de mi Sombra


Sobre el duro solar

de caminos viejos,

arrastras tu sesgo

de fantasma hueco,

el sol te recorta

y te borda en negro.

Tamizas las piedras

de arriscados setos.

Me sigues, me acosas

en las tardes grises

quebradas de esquinas

llenas de recuerdos.

La luz es vencida

por la triste lluvia,

cae atravesada

sobre el santo suelo.

La sombra me mira

con un gesto extraño,

pide que le cuente…

yo también la entiendo.

De mis ojos nacen

dos preguntas torpes,

será que no entienden

las respuestas turbias.

Crepúsculo adusto,

recio de silencios,

el sol ya no alumbra

se ocultó del mundo,

se acostó a lo lejos.

Mi sombra es muy tenue,

apenas se mueve.

Aquí en este sitio

hace ya mil años,

me llegó un murmullo

de un vacío extraño.

Me llegó su risa,

su suspiro alegre…

la paloma blanca

que vino de lejos.

No pedí a la vida

que me diera nada.

Nada yo tenía,

para qué… más ansias.

Fue la suerte necia

quien todo lo hizo…

me puso sus trampas.

Quise yo quererla

como siempre he sido,

alegre, despierto,

limpio, cristalino.

Sombra de mi sombra,

eres paso tibio

de la humilde huella

de un pájaro herido…

sin alas …perdido.

El aire la trajo…

el aire la lleva.

Le pregunto al aire…

pero no responde…


Por Jose Antonio Azpeitia


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ME BEBERÉ TUS VERSOS…

Me beberé tus versos uno a uno
como se bebe el cáliz de los ritos,
droga venial que asumirá mi cuerpo…
inmenso sueño de saberme tuyo,
como una ola de tu mar profundo.


Acunarás tus letras con las mías,
frondoso contubernio de poemas.
Se abrazarán en éxtasis votivo,
no dejarán espacio entre sus cuerpos,
nacieron luz, uncidas en lo eterno,
en la danza que sube mis paredes,
que trepan mi verbo enloquecido,
aroma que embellece las palabras.

Me miraré en tus ojos ¡Dos espejos!...
para entender qué dices cuando me hablas,
desentrañar qué tienes en tu alma,
cálida y firme sumida en la belleza,
dispuesta a darse siempre noblemente,
sin precio en el esfuerzo que conlleva
sanar los cuerpos y además las almas.

Ebrio de amar, sumido en tus caricias,
me llevarás muy lejos, muy distante…
a un viento suave… estremecido a veces,
que empuja el barco hacia un destino cierto,
al puerto amable de tu ardiente beso,
algo innombrable que lo explica todo,
la fuerza de tu cuerpo que me invade….

Jose Antonio Azpeitia

www.azpeitia-aleph.com

Poeta participante en el 1er. Encuentro Literario Intl. "Luz del Corazon"